martes, 2 de abril de 2013

LA TERRIBLE ELECCION.



El miedo provoca inseguridad y temes confundirte, pero la desesperación provoca locura y hay es donde no queríamos llegar. Las decisiones hay que tomarlas con cordura.
En este momento y con la decisión tomada, quedaba una parte importante de la nueva empresa, tomar decisiones. Aquí es donde se notan las diferencias, un autónomo asume completamente sus decisiones, por que cada una de ellas le compete en la marcha de su negocio.
Tan solo había que actuar como la mayoría de las veces en esta vida con sentido común. Nuestro objetivo montar un negocio que nos permita vivir, que dada la situación no es poco.
Por lo tanto nos marcamos unos objetivos claros, asumir unos costes fijos lo mas bajos posible. Esto pasaba por buscar un local, que es el coste más alto de todos los que tienes que soportar, ajustado de precio, que no necesitara mucha reforma y que estuviera bien situado. Muchas cosas eran esas, pero teníamos algo a favor, con la crisis el número de locales vacíos había aumentado y los propietarios estaban ajustando el precio. Nuestra arma la paciencia. No teníamos prisa, precisamente por que todavía estábamos lejos de ese estado de desesperación.
Barajamos casi todas las opciones y al final optamos por salir del núcleo más concurrido, donde los precios son desorbitados, pero dentro del círculo céntrico de la ciudad y que además a nosotros nos permitía estar próximos al colegio de la niña, había que conciliar la vida laboral con la familiar.
Decidimos que el entorno bueno  era próximo a la Plaza Cruz Verde, es céntrico a menos de cinco minutos caminado del colegio de la niña y con toda la competencia próxima. En un radio de 100 m había más de 5 agencias de viajes de las principales empresas, con lo que pensamos que el sitio no podía ser malo.
Yo creo que tuvimos mucha suerte, dimos con un local a menos de 20 m de la Plaza Cruz Verde, con un precio super competitivo y en el que las obras a realizar eran solo estéticas ósea poner una tarima y una mano de pintura. Dimos con lo que buscábamos. Hay estaba nuestra terrible decisión en Calle San Luis, 2.

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